Asombró al mundo. Un escenario solemne como el Arthur Ashe de Nueva York merecía una actuación gigantesca como la de Juan Martín del Potro. El U.S Open y el mundo se rindieron a los pies del argentino, por su potencia desbordante y su mentalidad ganadora.
Por primera vez en su corta carrera, Juan Martín del Potro jugaba una final de Gran Slam. Enfrente estaba el mejor tenista del mundo en los últimos tiempos, Roger Federer, al que Del Potro nunca había vencido. Ese jugador que había perdido su último partido en el US Open contra David Nalbandian en los cuartos de final de 2003. Entre 2004 y 2008, habían desfilado ante Federer en la final de este Gran Slam Hewitt, Agassi, Roddick, Djokovic y Murray. Ninguno pudo lograr la hazaña. Hasta que llegó el momento cumbre de Juan Martín Del Potro.
Su conquista fue memorable y quedará guardada para siempre en la historia de oro de nuestro país por muchísimas razones.
Delpo es el sexto tenista argentino que llega a una final de los torneos más importantes del mundo, detrás de Vilas, Gaudio, Coria, Puerta y Sabatini. Guillermo Vilas cosechó cuatro Gran Slam, mientras que Gastón Gaudio fue campeón en Roland Garros 2004. El gran Willy era el dueño del único título en varones en el US Open, obtenido en 1977. Y, además, era el único jugador Sudamericano en adjudicarse este título. Ese legado de Vilas ahora ya tiene heredero, con la épica consagración de Juan Martín Del Potro.
El mundo entero habla por estas horas del muchacho de Tandil, “La Torre”, que ya sorprende por su tenis de alto vuelo y que empieza a abrirse camino para mezclarse con los mejores del planeta.
Un juego sólido, un saque convertido en misil, un drive firme, inteligencia, temple, coraje y la concentración e intensidad al máximo como una final lo valen. Esa fue la estrategia perfecta que Juan Martín Del Potro defendió en el duelo ante el mejor del mundo. Del Potro tuvo que luchar durante 4 horas y 6 minutos para ejecutar a Federer por 3-6, 7-6, 4-6, 7-6 y 6-2 y transformarse en una leyenda del deporte argentino y del mundo. Diez años habían pasado desde la última final a cinco set en el U.S Open: la de Agassi contra Todd Martin en 1999. Y 42 partidos en los que el suizo se había olvidado de perder en Flushing Meadows.
Del Potro se fue del estadio envuelto en lágrimas, despedido por una ovación de pie, ante miles de espectadores extasiados con una actuación monumental y que habían llegado, convencidos, de que verían consagrarse por sexta vez consecutiva a Federer. Pero que, finalmente, vieron nacer a una nueva estrella.
Con los 180 puntos adjudicados en la final, Juan Martín superó la barrera de los seis mil puntos y se aseguró el 5° puesto del ranking mundial. Y apenas está a pocos días de cumplir 21 años.
Fue una carrera meteórica hasta la cima, en los que cosecha siete títulos en su haber, tres en lo que va de este 2009 inolvidable (Auckland y Washington).
Hoy, Juan Martín Del Potro se convirtió en el ejemplo de una nueva generación de deportistas argentinos. Este chico de Tandil soñaba ganar un Gran Slam y conseguir un lugar entre los grandes de la historia. Y desde anoche, su sueño esta cumplido. ¡A su salud por ello!
RONDA | RIVAL | RESULTADO |
1º | J. Mónaco (ARG) | 6-3, 6-3, 6-1 |
2º | J. Melzer (AUS) | 7-6, 6-3, 6-3 |
3º | D. Koellerer (AUS) | 6-1, 3-6, 6-3, 6-3 |
OCTAVOS | J.C. Ferrero (ESP) | 6-3, 6-3, 6-3 |
CUARTOS | M. Cilic (CRO) | 4-6, 6-3, 6-2, 6-1 |
SEMIFINAL | R. Nadal (ESP) | 6-2, 6-2, 6-2 |
FINAL | R. Federer (SUI) | 3-6, 7-6, 4-6, 7-6, 6-2 |