El título “Crónica de una muerte anunciada”, aquella memorable novela de Gabriel García Márquez publicada en 1981, es la frase que resume uno de los hechos más trascendentes en la historia del fútbol argentino. Cueste entenderlo o no, descendió River Plate. Sí, River Plate, el equipo más ganador de la Argentina, un club que supo cosechar glorias y éxitos en sus 110 años de historia, perdió la categoría y deberá jugar a partir de la próxima temporada en la Primera B Nacional.
A pesar de sus 57 puntos y el quinto lugar en la general compartido con Arsenal, que lo clasificaba a la Copa Sudamericana, River debió revalidar su lugar en Primera División ante Belgrano con 1,237 de promedio, el más alto para un equipo en esta instancia.
Pero esta historia comenzó a gestarse mucho antes del 26 de junio de 2011: Data desde las últimas tres temporadas. En 2008-2009, River terminó último en el Apertura y 15o en la general con 41 puntos. En 2009-2010, volvió a tener una campaña mediocre pero le habría alcanzado para quedar a resguardo sin promedios. Sus 43 puntos superaron la producción de Gimnasia (37), Huracán (37), Tigre (32) y los descendidos Atlético Tucumán (35) y Chacarita (32). Todo cambió en la 2010-2011. Dos de los tres ascendidos sumaron en la temporada mucho más que River. All Boys (51) y Olimpo (48) se escaparon. Y River quedó condenado a un extraordinario escenario deportivo para el que sus dirigentes, jugadores e hinchas no estaban preparados.
El 2 a 0 frente a Belgrano en Alberdi fue un golpe durísimo para el Millo. Sus 110 años de historia se definían en 90 minutos. El temprano gol de Pavone, a los 5’ del primer tiempo en el partido de vuelta, ilusionaba a todo el pueblo riverplatense. Luego, un penal mucho más que evidente no sancionado por el árbitro Pezzota, el empate de Belgrano, un penal malogrado de Pavone... estamparon el 1 a 1 en el tablero. Y desataron lágrimas y real desolación en los hinchas.
El descenso obliga a River a comenzar una etapa, tan inesperada como difícil: jugar en la B Nacional. Será el momento de resurgir entre las cenizas y refundarse como institución y equipo. Porque River fue, es y será un grande. Más allá de este capítulo lapidario en su historia.
Otro grande que abandonó la elite
River se unió a Racing, San Lorenzo y Vélez, quienes también tienen un descenso en su haber. Sólo Boca e Independiente conservan el privilegio de jamás haber perdido la máxima categoría del fútbol argentino.
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